Los aerogeneradores son impresionantes monumentos en el horizonte, aprovechando la fuerza del viento para producir energía limpia y sostenible. Sin embargo, más allá de su imponente presencia y su papel crucial en la transición hacia fuentes de energía renovable, se enfrentan a un desafío invisible pero formidable: los impactos de rayos.
Hasta hace poco, las aspas de los aerogeneradores estaban mayormente compuestas de fibra de vidrio y materiales aislantes, lo que llevaba a los ingenieros de la época a creer que era poco probable que fueran alcanzadas por un rayo. Sin embargo, la realidad demostró lo contrario cuando estas colosales estructuras comenzaron a ser impactadas por el fenómeno atmosférico, revelando un grave error en la percepción del riesgo.
Para contrarrestar esta amenaza, se instalaron pararrayos convencionales en los aerogeneradores, con la esperanza de que proporcionaran una protección efectiva. Sin embargo, incluso con estas medidas, varias estructuras seguían siendo vulnerables a los embates de las tormentas. En años recientes, los daños causados por impactos de rayos en los aerogeneradores han aumentado de manera preocupante.
Este problema se ha exacerbado debido al crecimiento en tamaño de los aerogeneradores a lo largo de los años. Algunas de estas estructuras alcanzan alturas muy superiores a 100 metros, mientras que las aspas, fabricadas con fibra de carbono para aumentar su rigidez, representan un nuevo desafío. Contrariamente a lo que se podría pensar, las aspas se cargan eléctricamente y esto aumenta la posibilidad de impacto de rayo y complica la protección.
Bajo este panorama, podría pensarse que la batalla de los aerogeneradores contra el impacto de los rayos es una pérdida. Sin embargo, hay una solución definitiva en el horizonte: el Compensador Múltiple de Campo Eléctrico (CMCE).
El CMCE es un sistema captador pasivo diseñado para equilibrar y desionizar los efectos de los fenómenos atmosféricos. Su principio de funcionamiento se basa en la compensación y estabilización del campo eléctrico existente en su entorno, anulando la formación del trazador ascendente y neutralizando el rayo. En pocas palabras, evita el aumento brusco o saturación de carga eléctrica en su área de protección, impidiendo la formación de rayos.
A diferencia de los pararrayos convencionales que atraen los rayos, el CMCE va un paso más allá al prevenir por completo la formación de rayos, ofreciendo una protección más efectiva y confiable para los aerogeneradores.
El CMCE representa la solución definitiva en lo que respecta a la protección contra rayos, y algunos parques eólicos ya han comenzado a confiar en esta innovadora tecnología para cuidar de sus valiosos aerogeneradores.