Investigadores de la Universidad de Washington y la NASA, concluyeron un aumento de las descargas eléctricas en las principales rutas marítimas oceánicas. Notaron un patrón repetido en las rutas, en las que hubo un aumento en la densidad de descargas eléctricas a través del análisis de datos de 11 años de actividad.
Este fenómeno se genera porque las partículas gaseosas de desecho de los barcos se dirigen a las nubes de tormenta, adhiriéndose a las partículas de hielo que existen en su interior, aumentando la actividad de fricción entre ellas, generando un mayor campo eléctrico para las tormentas eléctricas.
Las embarcaciones grandes, por sus dimensiones, son más propensas a la caída de rayos en el mar.
En una situación típica, cualquier embarcación en alta mar o en puerto constituye un blanco perfecto cuando se navega cerca o dentro de una tormenta, ésta se convierte en el punto de mayor atracción en el horizonte de la tormenta y las probabilidades aumentan en rutas oceánicas.
Los mástiles no están diseñados para contener y manejar descargas sin daños colaterales (el voltaje que representa la descarga de más de mil millones de vatios o 30 000 A viajando por una estructura de este tipo).
Los mástiles de acero o de material metálico, se convierten en elementos conductores de corriente, si el rayo se forma y atrae, impacta en todo lo que se une a ellos, pasando la corriente a la quilla, casco y estructuras principales. Afectando el sistema eléctrico, sistemas de navegación, radio VHF, MF DSC, GMDSS, Navtex entre otros. La estructura está comprometida y puede alterar sus propiedades técnicas, además de poner en riesgo la carga y la tripulación.
Con un dispositivo CMCE instalado en el punto más alto de una embarcación, se elimina el efecto de atracción que provocan los mástiles y antenas creando un escudo de protección para las estructuras.
La Tecnología CMCE es un elemento preventivo más que un equipo de protección, garantizando más tiempo de navegación en lugar de pérdidas de tiempo y costos de reparación.
Gracias a esta tecnología, la tripulación, la carga y los sistemas de comunicación no se verán afectados, reduciendo al máximo el riesgo de ser alcanzado por un rayo.
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